La córnea es el lente externo transparente en la parte frontal del ojo. Un trasplante de córnea es la cirugía para reemplazar la córnea con el tejido de un donante y es uno de los trasplantes más comunes que se realizan
Usted probablemente estará despierto durante el trasplante, pero le aplicarán un medicamento para relajarlo. La anestesia local (medicamento insensibilizador) se le inyectará alrededor del ojo para bloquear el dolor e impedir temporalmente el movimiento de los músculos oculares.
El tejido para el trasplante de córnea provendrá de una persona (donante) que haya muerto recientemente y que haya estado de acuerdo en donar su tejido. La córnea donada se procesa y se analiza en un banco local de ojos para verificar que su uso sea seguro en la cirugía.
El tipo más común de trasplante de córnea se denomina “queratoplastia penetrante”. Durante este procedimiento, el cirujano extirpará un pequeño pedazo redondo de la córnea. Luego, suturará la córnea donada sobre la abertura de la córnea suya.
Una nueva técnica llamada queratoplastia laminar se puede emplear para algunos pacientes. Durante este procedimiento, sólo se reemplazan las capas internas y externas de la córnea, en lugar de todas las capas. Esta técnica puede conducir a una recuperación más rápida y a menos complicaciones.
¿EN QUIENES SE REALIZA LA INTERVENCION?
Un trasplante de córnea se recomienda para personas que tengan:
- Problemas de visión causados por el adelgazamiento de la córnea.
- (cuando los tratamientos menos invasivos no son una opción).
- Cicatrización de la córnea a raíz de infecciones o lesiones graves.
- Pérdida de la visión causada por opacidad de la córnea.
ALGUNOS RIESGOS:
Algunas veces, el cuerpo rechaza el tejido trasplantado. Esto se presenta en aproximadamente uno de cada tres pacientes en los primeros cinco años. Algunas veces, el rechazo se puede controlar con gotas oftálmicas con esteroides. Sin embargo, no siempre hay un riesgo de rechazo.
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