viernes, 28 de junio de 2013

APNEA





  Una apnea es el cese completo de la señal respiratoria medida por termistor, cánula nasal o neumotacógrafo de al menos diez segundos de duración.La respiración, un factor determinante a la hora de poder disfrutar de un sueño reparador, depende durante estos periodos de los músculos que controlan la mandíbula, la lengua y el paladar y que mantienen abierta la vía respiratoria; cuando estos músculos se relajan, la mandíbula cae y la lengua retrocede, estrechando u obstruyendo la vía aérea y produciendo las dificultades respiratorias, que van desde los ronquidos hasta las apneas. En estos momentos, el cerebro se ve obligado a realizar lo que se denomina microdespertares, instantes en los que el sueño se interrumpe para que el cuerpo pueda recuperar el ritmo respiratorio. Estas interrupciones impiden que el organismo descanse completamente, lo que provoca la aparición de un gran número de dolencias, como dolores de cabeza o cefaleas matutinas, hipertensión pulmonar al exigírsele un esfuerzo añadido a este órgano, hipertensión y problemas cardíacos como arritmias o cardiopatías isquémicas, temblores o espasmos musculares entre otras.
  Este trastorno del sueño se debe a episodios repetidos de obstrucción o colapso de la vía aérea superior que tiene lugar mientras la persona afectada duerme, debido a que la vía respiratoria se estrecha, se bloquea o se vuelve flexible. La apnea se define como una interrupción temporal de la respiración de más de diez segundos de duración Esto provoca un colapso, bien mediante la reducción "hipopnea" o bien mediante la detención completa "apnea" del flujo de aire hacia los pulmones, y puede producir, entre otros efectos, una disminución de los niveles de oxígeno y un aumento del nivel de anhídrido carbónico "CO2" en la sangre, así como un pequeño despertar a menudo subconsciente "arousal", que permite recuperar
la respiración normal hasta que se produce el siguiente episodio. Por lo general, la respiración vuelve a la normalidad, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace cuando se atraganta el ronquido en personas con apnea obstructiva del sueño es causado por el aire que trata de escurrirse a través de la vía respiratoria estrecha o bloqueada. La duración de las pausas puede variar entre unos pocos segundos a varios minutos, y normalmente se producen entre 5 y 30 veces por hora, aunque es cierto que la mayoría de las personas sufren breves episodios de apnea mientras duermen. Si las pausas ocurren entre 10 y 20 veces por hora, el trastorno se considera leve; si ocurre entre 20 y 30 veces por hora, moderado y si ocurren más de 30 veces por hora se clasifica como severo.

*Durante el sueño se suceden cinco etapas, la primera y la segunda son de sueño ligero y representan una transición entre la vigilia y el sueño. Aquí suceden la mayoría de las apneas. Durante la tercera y la cuarta se produce el sueño durante el cual la persona descansa. En la quinta etapa, se producen los sueños y los músculos están totalmente relajados y atónicos, por lo que ocurren las apneas más largas*
Existen tres tipos de apnea
  • La obstructiva es provocada por la relajación de los tejidos blandos de la parte posterior de la garganta o por la estrechez de ésta, lo cual bloquea el paso del aire. Esto ocasiona fuertes ronquidos, que si se continúan obstruyen completamente la vía y deteniendo el paso de aire totalmente. Es uno de los trastornos del sueño más frecuentes, pero se conoce desde hace sólo unos 30 años.
  • La central está causada porque el cerebro deja de enviar estímulo respiratorio durante cortos episodios de tiempo, lo que provoca irregularidades en la respiración. Se debe a que hay una disfunción de los centros respiratorios. Esta última es menos frecuente y se caracteriza por ausencia de señal respiratoria y ausencia de esfuerzo respiratorio (no se detectan movimientos toracoabdominales).
  • Mixta: apnea que habitualmente comienza como central y termina con un componente obstructivo.
hay factores que pueden incrementar el riesgo de apnea durante el sueño
  • Un maxilar inferior que es más corto en comparación con el maxilar superior "retrognatismo".
  • Las personas que tienen la campanilla, el paladar blando o la lengua muy grande, el maxilar o la mandíbula muy pequeños y/u obstrucción nasal pueden tener resistencia al paso del aire.
  • Amígdalas y vegetaciones adenoideas grandes en niños que pueden bloquear la vía respiratoria.
  • Cuello o collarín grande 17 pulgadas o más en los hombres y 16 pulgadas o más en las mujeres.
  • Lengua grande que puede retraerse y bloquear la vía respiratoria.
  • Obesidad.
  • Dormir boca arriba también aumenta los episodios de apnea del sueño.
Puede ser una manifestación de la enfermedad de Wernicke.
Su Tratamiento
  Depende del historial del paciente y de la gravedad que revista su caso. Primero se comienza con modificaciones del estilo de vida, si este induce a un agravamiento de la apnea.           Esto conlleva:
  • Evitar el alcohol y los medicamentos que relajen el sistema nervioso tales como sedantes.
  • Llevar una dieta sana que permita bajar de peso.
  • Dejar de fumar.
 También puede recomendarse el uso de almohadas especiales o mecanismos que impidan que el paciente duerma en de cúbito . En cuanto a dispositivos que mantengan la vía aérea abierta, podemos encontrar aparatos orales o aparatos de presión positiva continua sobre la vía aérea. Además, también se pueden realizar procedimientos quirúrgicos que restauran la vía aérea y la amplían.
la presión del aire para empujar la lengua hacia adelante y abrir así la vía. Según los especialistas, esta mascarilla suele tener un efecto rápido haciendo desaparecer los ronquidos nocturnos y la somnolencia durante el día. Este tratamiento no suele tener efectos secundarios graves y en el caso de que éstos aparezcan son transitorios y desaparecen tras las primeras semanas.
  En casos leves puede bastar con observar ciertas medidas relacionadas con el estilo de vida, como controlar el peso, no consumir alcohol y cambiar la postura durante el sueño.        Aunque actualmente no existe un tratamiento farmacológico eficaz, en situaciones de gravedad el especialista prescribirá una CPAP, que consiste en un generador de presión que transmite a través de una mascarilla nasal una presión continua a la vía aérea superior impidiendo que ésta se colapse. Según los especialistas, esta mascarilla suele tener un efecto rápido haciendo desaparecer los ronquidos nocturnos y la somnolencia durante el día.      Este tratamiento no suele tener efectos secundarios graves y en el caso de que éstos  aparezcan son transitorios y desaparecen tras las primeras semanas.
La cirugía está recomendada cuando existen algunas lesiones como pólipos o hipertrofia de las amígdalas, o bien cuando la mascarilla no es bien tolerada por la existencia de algún daño en la vía aérea superior.

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