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viernes, 28 de junio de 2013

LA MALARIA




La malaria es una enfermedad producida por parásitos y es probable que se haya transmitido al ser humano a través de los gorilas occidentales.
Es la primera enfermedad en importancia de entre las enfermedades debilitantes
La enfermedad puede ser causada por una o por varias de las diferentes especies de Plasmodium
Los vectores de esta enfermedad son diversas especies del mosquito del género Anopheles. Como es sabido, tan sólo las hembras de este mosquito son las que se alimentan de sangre para poder madurar los huevos; los machos no pican y no pueden transmitir enfermedades, ya que únicamente se alimentan de néctares y jugos vegetales.
La única forma posible de contagio directo entre humanos es que una persona embarazada lo transmita por vía placentaria al feto. O bien, por la transmisión directa a través de la picadura de un mosquito. También es posible la transmisión por transfusiones sanguíneas de donantes que han padecido la enfermedad.
Síntomas de la Malaria
El periodo de incubación depende de la especie que provoca la infección. Si son los P. Vivax u ovale, suele durar entre 10 y 16 días; si es el P. Malariae, entre 20 y 40 días, y si es el falciparum, entre 8 y 14. Los primeros síntomas no se distinguen de una enfermedad viral leve: fiebre leve e intermitente, dolor de cabeza y dolor muscular, escalofríos junto con una sensación de enfermedad. En general son los siguientes:
  • -Malestar general
  • -Cefalea
  • -Cansancio intenso (astenia)
  • -Molestias abdominales
  • -Dolores musculares (mialgias)
  • -Fiebre y escalofríos
Si la enfermedad evoluciona presentan varios cuadros, dependiendo del organismo infectante. Entre los síntomas menos graves están las alteraciones gastrointestinales, es decir, diarreas, vómitos, dolor de estómago y alteraciones biliares como ictericia o coletiasisis. También destaca la hepatoesplenomegalia o aumento
simultáneo del tamaño del hígado y el bazo, que es constante para todas las formas de paludismo, y su frecuente asociación con el herpes en el labio.
Vacunas
Actualmente, existe una gran variedad de vacunas sobre la mesa. Vacunas pre-eritrocíticas (vacunas que se dirigen a los parásitos antes de que llegue a la sangre), en particular las vacunas basadas en CSP, forman el mayor grupo de investigación de la vacuna contra la malaria. En la lista de vacunas candidatas se incluyen: las que tratan de inducir inmunidad en la etapa de infección de la sangre, las que tratan de evitar las patologías más severas de la malaria evitando la adhesión del parásito a las vénulas de la sangre y a la placenta; y las vacunas que bloqueen la transmisión que detendrían el desarrollo del parásito en el mosquito justo después de que el mosquito ha tomado sangre de una persona infectada. Es de esperar que la secuenciación del genoma de P. falciparum proporcionará objetivos para nuevos medicamentos o vacunas.
Inmunizacion con plasmodios irradiados
El Instituto de Investigación Biomédica de Seattle (SBRI), financiado por la Iniciativa Vacuna contra la Malaria asegura a los posibles voluntarios que "los ensayos clínicos no serán un riesgo para la vida. Si bien muchos voluntarios [en Seattle] realmente contraerán la enfermedad, la cepa clonada utilizada en los experimentos se puede curar, y no causa una forma recurrente de la enfermedad. "Algunos de los participantes obtendrá drogas experimentales o vacunas, mientras que otros recibirán placebo."

Vacunas SPf66

A pesar de los períodos de prueba relativamente largos y del número de estudios realizados, aún no se conoce la forma en que la vacuna SPf66 confiere inmunidad, por lo que sigue siendo una improbable solución a la malaria. El CSP fue la siguiente vacuna desarrollada que inicialmente parecía suficientemente prometedora como para someterse a los ensayos. También se basaba en las proteína circumsporozoito, pero además tenía la proteína recombinante (Asn-Ala-Pro15Asn-Val-Asp-Pro)2-Leu-Arg(R32LR) covalentemente a una toxina purificada Pseudónimas eruginosa (A9). Sin embargo en una fase temprana se demostró una falta total de inmunidad protectora en los inoculados. El grupo de estudio utilizado en Kenia tuvo un 82% de incidencia de parasitemia, mientras que el grupo de control sólo tuvo un 89% de incidencia. La vacuna tenía la intención de provocar un respuesta incrementada de linfocitos T en los que fueron expuestos, cosa que tampoco fue observada.

Vacuna RTS,S/AS02A

La vacuna RTS,S/AS02A fue desarrollada por una alianza entre la PATH Malaria Vaccine Initiative (un concesionario de la Fundación Gates), la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline, y el Walter Reed Army Institute of Research. En esta vacuna, una porción de CSP ha sido fundida con el "S antígeno" inmunogénico del virus de la hepatitis B; esta proteína recombinante se inyecta junto al potente adyuvante AS02A. En octubre de 2004, los investigadores de la RTS,S/AS02A anunciaron los resultados de un ensayo de fase IIb, indicando que la vacuna redujo el riesgo de infección en aproximadamente un 30% y la gravedad de la infección en más de un 50%. El estudio examinó más de 2.000 niños de Mozambique. Los ensayos más recientes de la vacuna RTS,S/AS02A se han centrado en la seguridad y eficacia de su administración en la primera etapa de la infancia: En octubre de 2007, los investigadores anunciaron los resultados de los ensayos de las fases I / IIb realizados sobre 214 lactantes Mozambiqueños de entre 10 y 18 meses, en los que la administración de tres dosis de vacuna llevó a un 62% de reducción de infecciones sin efectos secundarios graves salvo algo de dolor en el punto de inyección. La investigación posterior demorará el lanzamiento comercial de esta vacuna hasta alrededor de 2012.
Prevención


  • La intensificación de la irrigación, las presas y otros proyectos relacionados con el agua contribuyen de forma importante a la carga de morbilidad del paludismo.
  • El mejoramiento de la gestión de los recursos hídricos reduce la transmisión del paludismo y de otras enfermedades de transmisión vectorial.
  • El uso de tela mosquitera en puertas y ventanas.


Prevención farmacológica
Cada país tiene la suya, aunque la OMS tiene una general. Para una estancia máxima de un mes los fármacos recomendados son:
  • Primera elección: Mefloquina 250 mg una vez a la semana. Iniciar el tratamiento una semana antes del viaje y mantenerlo durante la estancia y las cuatro semanas siguientes al regreso. Es fundamental cumplir la quimioprofilaxis escrupulosamente y con absoluta regularidad. Los medicamentos deben consumirse con comida y agua. 
  • Segunda elección "si existe alergia o intolerancia a la mefloquina".  Cloroquina más proguanil. La dosis del cloroquina es de 300 miligramos dos veces por semana y la de proguanil de 200 miligramos al día. Ningún fármaco garantiza una protección completa frente al paludismo. Si se siente fiebre asociada o no a otros síntomas es fundamental consultar a un médico. Si no se puede disponer de asistencia médica en las 24 horas posteriores al inicio de los síntomas, se aconseja recurrir al tratamiento de reserva para casos de urgencia que como se indica claramente se debe usar sólo en los casos en que sea imposible acudir a un profesional. Para viajes de larga duración deben seguirse las recomendaciones anteriores durante un mes y después seguir las recomendaciones del Gabinete Médico del Ministerio de Asuntos Exteriores o de los facultativos acreditados del país.
  • Insistir en que es una medida de urgencia y que, en cuanto, se pueda se debe acudir a un especialista. Si se ha tomado quinina + doxiciclina o tetraciclina durante 7 días se administra quinina (sulfato de quinina) en dosis de 650 miligramos tres veces al día por vía oral. Si se ha tomado cloroquina+ proguanil, se recomienda administrar mefloquina en dosis de 500 miligramos cada ocho horas, hasta consultar con un médico.

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